miércoles, 26 de septiembre de 2012

Burbujas y burbujitas - Una visión del sistema financiero

Casos de estudio (en el fondo son lo mismo):
  1. Vivienda (burbuja inmobiliaria)
  2. Startups (burbuja 2.0 o ahora 3.0) -en el próximo post-

1. Vivienda

Vamos a un ejemplo lo más simple sencillo pequeño mínimo posible. La vida real es infinito más compleja.

Supongamos que quiero comprarme una casa. Para esto, saco un crédito en un banco. Digamos que saco un crédito de un millón pesos ($1.000.000) con 30% de interés a tres años, o sea que, en tres años tengo que haber devuelto al banco $1.300.000.

Para darme esos $1.000.000, el banco usa la plata del Señor X que tenía depositados los $1.000.000 en un plazo fijo a esos mismos tres años con 15% de interés. O sea que en tres años:
  • Yo tengo que devolver al banco $1.300.000
  • El banco tiene que devolver al Señor X $1.150.000
Bien. El banco vende esa deuda a dos inversores: una banco japonés y un fondo de inversión chileno. Les dice "che, miren, este tipo me va a devolver $1.300.000 a tres años. Les vendo esta deuda a $1.200.000". Bien. Cada uno de los dos inversores pone $600.000.

Recapitulemos lo que tendría que pasar en tres años.
  • Yo devuelvo al banco $1.300.000
  • El banco devuelve al Señor X $1.150.000
  • En el medio, el banco recibió $1.200.000.
  • Los acreedores de mi deuda se llevan $650.000 cada uno, o sea, cada uno ganó $50.000
Los dos acreedores son, a su vez, inversores en dos empresas distintas, A y B. Cada uno de ellos tiene comprometidos esos $50.000 a tres años como aporte de capital a estas compañías. Las compañías empiezan a gastar esa plata antes de los tres años, contrayendo una deuda que después van a cubrir con esos $50.000 (por ejemplo, A compró máquinas turcas y B sacó un crédito en Nigeria para plantar soja).


¿Qué pasa si en el medio yo me quedo sin trabajo?

Si yo dejo de poder pagar los intereses del crédito, el banco me debería ejecutar la deuda y quedarse con el inmueble que compré con el millón de pesos que me había prestado.

Supongamos, para hacerlo bien fácil, que yo no pude pagar ni la primera cuota, o sea, le debo al banco los $1.300.000 completitos. En el mejor de los casos, el banco ejecuta la propiedad al toque y le saca $1.000.000 y recupera todo lo que había invertido -a los hechos, esto se llega a hacer, pero así va a ser más claro-. El banco, entonces, en vez de $1.300.000, recibió $1.000.000.

De esta forma:
  • El banco le debe $150.000 al Señor X.
  • El banco le debe $300.000 a los inversores.
  • Los inversores le deben $50.000 a las empresas.
  • Las empresas deben $50.000, A a los vendedores de las máquinas turcos y B al banco nigeriano que le prestó para plantar soja.
  • Los vendedores de las máquinas le deben parte de esos $50.000 a sus proveedores y el banco nigeriano tiene una historia parecida al banco que me prestó a mí.
  • En el medio, me quedé sin casa y sin trabajo.

[En la vida real todos revendieron esa deuda a otros, hubo millones de transacciones que estaban virtualmente respaldadas por mi casa y el caos es bastante mayor.]

Al banco, a los hechos, lo terminan salvado los fondos del Estado que son, básicamente, impuestos a los habitantes de ese país.
El Estado, entonces, paga indirectamente al Señor X y a los inversores -que tuvieron muuuuucha suerte-.
Los inversores no pagan lo que debían a las empresas que, hasta que llegó ese rescate del Estado, ya habían tenido que blanquear la deuda: A con los vendedores de máquinas turcos y B con el banco nigeriano y sus acciones habían colapsado. Supongamos que cada empresa tenía 10.000 accionistas de distintas partes del mundo.
Los vendedores de máquinas, para pagar su deuda, echaron gente o se declararon en bancarrota.
El banco nigeriano, para pagar su deuda, pidió plata al FMI que no se la dio.


En resumen:
Para comprar una casa yo pedí un millón de pesos.
Esa deuda entró dentro del sistema financiero.
Como no pude devolver ese millón de pesos lo que pasó fue que:
  • Yo me quedé sin casa.
  • El Estado de mi país perdió $450.000 que eran impuestos de otros.
  • Las empresas, A y B, desplomaron sus acciones.
  • 10.000 accionistas de cada una, o sea, 20.000 personas, perdieron toda la inversión que habían hecho en A y B.
  • Esos accionistas sacaron todo lo que tenían depositado en sus bancos, dejando a mi banco sin los $1.200.000 que le habían dado los inversores.
  • Los vendedores de máquinas echaron a la mitad de sus empleados en Turquía.
  • El banco nigeriano no pudo pagar la deuda, entonces no pudo devolver los plazos fijos a la gente que había depositado esos $50.000 que le prestó a B.
  • Esa gente no pudo pagar sus deudas. Sus acreedores no pudieron pagar sus deudas y así sucesivamente.
Los números son millones de veces más grandes y no todo sucede por una persona que no pueda pagar un crédito, pero, en síntesis, esto es lo que pasa.

Bienvenidos a la crisis del sistema financiero que estalló en 2008 y hoy sigue y seguirá un buen rato.