domingo, 9 de junio de 2013

Propiedad intelectual en la era de la impresión 3D

Propiedad intelectual en la era de la impresión 3D


Recién les comentamos en Twitter @Baikal3D la noticia del éxito que tuvo una startup de Singapore en Kickstarter. Se postularon con un proyecto de impresora 3D de bajo costo diseñada con el foco en la facilidad del uso. Los emprendedores estaban buscando financiación de USD 100,000 y inesperadamente alcanzaron esta meta en tan solo 10 minutos. Ahora, después de una semana, ya recaudaron más de USD 700,000. (Ver The Buccaneer: 3D Printer that everyone can use).
Hoy en día hay muchos proyectos de impresoras 3D en Kickstarter y no todos tienen este nivel de éxito. Un aspecto llamativo del proyecto es el nombre de la impresora, la “Buccaneer,” la palabra que significa pirata en inglés y el nombre de la empresa “Pirate3D” que también tiene que ver con piratas. Este nombramiento probablemente tuvo algo que ver con atraer la antención de los inversores de Kickstarter y con el éxito de la recaudación. Aunque nada en la pagina del proyecto habla específicamente de la piratería digital, la implicación del nombre está clara: que con esta impresora uno podrá conseguir cosas gratis, imprimiéndolas en casa.
La rápida maduración de las tecnologías de impresión 3D tendrá consecuencias dramáticas en el largo plazo para todos los conceptos vinculados con la propiedad intelectual. Estamos lejos todavía de poder imprimir carteras, ropa y muebles con la misma calidad que los procesos de manufactura más tradicionales, pero es inevitable que dentro de las próximas dos décadas esto va a pasar. Cómo serán los conceptos de propiedad intelectual cuando las impresoras 3D puedan imprimir carteras y ropa de alta marca con la calidad de los originales?
Les compartimos un pasaje del libro Impresión 3D: Cómo va a cambiar el mundo a ser publicado próximamente por Editorial Baikal.
“…Por ejemplo, las patentes solo tienen sentido en un mundo donde alguien está usando tu invento exclusivo para hacer negocios. En este caso, puedes hacer juicio a la empresa que está vendiendo productos a base de tu propiedad intelectual. Pero si todos tienen acceso a las tecnologías de impresión 3D de alta calidad e imprimen tus diseños o inventos para el uso personal, ¿A quién le podrás hacer juicio? ¿A los millones de los fans de tu diseño? Parece que en el caso de los productos físicos esto no va funcionar al igual que sucedió con la música.
Lo mismo se aplica al concepto legal de las marcas registradas. La idea general de la marca registrada es proteger el consumidor de la confusión que puede ocurrir cuando alguien trata de aprovechar la reputación de calidad establecida por otro participante del mercado, vendiendo un producto con etiqueta falsa. Pero, desde el punto de vista de consumidor, esta protección solamente tiene sentido cuando la copia es de algún modo distinta del original. En el mundo digital esta distinción pierde todo sentido. Una copia de un archivo musical que tú puedes hacer en una computadora barata es exactamente de la misma calidad que un archivo bajado directamente de iTunes. La calidad de una copia digital es perfecta y no tiene sentido decir que un MP3 con marca Sony es “mejor” que un MP3 copiado en casa. Y cuando algún día una impresora 3D pueda imprimir una copia idéntica de una cartera Luis Vuitton, ¿En qué sentido será “falsa”?
En el mundo donde las copias físicas tienen la calidad digital, en términos prácticos, ya no va a tener sentido hablar de los productos falsos u originales, al igual que hoy no tiene mucho sentido hablar de MP3 verdaderos.”
Pueden leer más sobre el impacto de impresión 3D en los conceptos de propiedad intelectual en el libro Impresión 3D: Cómo va a cambiar el mundo. Seguí a @Baikal3D en Twitter para recebir últimas noticias sobre el lanzamiento

lunes, 3 de junio de 2013

El primer libro de impresoras 3D en español

Editorial Baikal anunció el lanzamiento del primer libro de impresoras 3D en español.

El libro pinta buenísimo, lleno de datos interesantes y explicaciones básicas sobre el potencial de la tecnología.

Está escrito por Andrei Vazhnov, un verdadero genio.

La editorial tiene un blog para ir leyendo parte del contenido del libro antes de que salga.