miércoles, 13 de julio de 2011

hoy fue un día para esconderse abajo de una piedra.
un día de estar incómodo con la propia existencia.
hecho para no hacer otra cosa más que dormir y gruñir.
en vez de eso me tocó estar mucho tiempo al sol con mucho tiempo libre.

trámites en la comuna dos.
la del 60% a macri.
entre sello y sello, me dispuse a hacer tiempo y caminé hasta la plaza san martín.
era evidente que no iba a estudiar, así que me dediqué a mirar turistas.
el mundo del turista es muy particular: les importa la copa américa.
cuando tuve que hacer pis y ergo moverme del banco, me acordé de que me quería comprar un libro.
así fue que tengo en mis manos pedagogía del oprimido y, para compensar, uno de stephen hawking. viva.

el siguiente trámite me llevó a hacer tiempo en plaza francia.
encontré un banco bien al sol, bien brillante, bien recién barnizado. la puta madre, poneme un cartel.
buscando y tanteando, encontré uno que ya había sido usado por suficiente cantidad de gente como para que la pelusa de sus ropas despegajorseara el banco.
ahí estudié un poco. un poco.
estuve muuuy cerca de comprarme un cuarto de dulce de leche en freddo porque está a muy buen precio. pero mm no sé, me daba paja moverme hasta ahí. digamos que todo lo del banco y eso me hacía apreciar bastante mi asiento.

fin de los trámites.
vi por la calle a la chica de fémina. qué lindaaa que eeees.
luego fideos con salsa piola, café con espuma, fases eléctricas y, sobre todo, compañía. gracias, necesitaba eso.

el día terminó corrigiendo pruebas de lengua de séptimo grado. muchos nueves, muchos cuatros. poca clase media.
eso, pizza, sobrinas y el gusto que da charlar con una hermana.


fue un día raro.
LARGO.
incómodo. (lo incómodo)
la batalla de hoy me la ganó la melancolía, pero no puedo decir que haya sido un mal día.





1 comentario:

  1. me gustó la cantidad de sol. y el tema de tryo. acabas de musicalizar mi mañana.

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